Gamer desde los 10 añitos, cuando mis padres tuvieron a bien regalarnos a mi hermano y a mi un flamante Spectrum Sinclair ZX, comencé en esto con perlas como Phantomas, Phantis, Fred, Goody, Tracksuit Manager o jugando a los juegos de Fernando Martín, Aspar, Butragueño o Michel, mientras gastaba todas las monedas de cinco duros que me dejaban en recreativas como Double Dragón, Golden Axe, Final Fight, Knights of the Round, Los Simpson o las Tortugas Ninja. Cuando irrumpieron las consolas, me decanté por Sega y mientras soñaba con Streets of Rage, me tenia que "conformar" con Alex kidd, Sonic, Out Run, Wonderboy, Golden Axe (otra vez) o Asterix en mi venerable Master System. Finalmente di el salto a los 16 bits de la legendaria Megadrive, que me brindó momentos inolvidables con títulos de la talla de World of Illusion, el primer FIFA, Sensible Soccer, Super Mónaco GP, Rocket Knight, Street Fighter 2, Mortal Kombat, Golden Axe (mi debilidad) y los tres Streets of Rage, por supuesto. El paso de los sprites a los feos y toscos polígonos (y la adolescencia) me alejaron de los videojuegos hasta que mi hermana se compró una PS One y empecé a tener pesadillas con el primer Resident Evil y sueños húmedos con Lara Croft. Pero lo que me terminó de convencer de que había vuelto para quedarme fue el primer videojuego que consiguió conmoverme. Si. Final Fantasy VII. Desde entonces, mi pasión por los videojuegos aumenta cada día que pasa. Y que siga la fiesta. Press Start Button.

sábado, 24 de agosto de 2013

KINGDOM OF AMALUR Reckoning

Kingdom of Amalur: Reckoning pretendía ser en su día la contrapartida al exitoso e inigualable Skyrim. El arma que esgrime este RPG de fantasía medieval como reclamo para captar a los fans de la saga de Bethesda son sus combates; más dinámicos, más gratificantes, más intensos, más cercanos a un juego de lucha que los sobrios combates de Skyrim. Por ahí si, la verdad es que los combates son lo mejorcito de este título, por no decir lo único reseñable. Todo lo demás en este Reckoning es genérico, rayando en la mediocría; argumento, doblaje, gráficos, banda sonora, desarrollo del personaje...

Todo resulta demasiado insípido y cuando un juego te invita a que pases decenas de horas con él, como suele ser el caso de los RPG´s y como es el caso que nos ocupa, debe ofrecer algo más que un mundo abierto con cientos de misiones secundarias y un combate por encima de la media. Debe ofrecer una motivación extra que haga el mundo del juego algo interesante, algo que no nos haga pensar en la típica frase de “esto me suena”, algo que nos invite a perdernos en él y a explorar cada rincón.

Y mucho me temo que un sistema de combate sólido, por mucho que lo sea, no será suficiente para justificar la inversión de tu preciado tiempo en este juego si ya conoces otras maravillas del género. Un buen combate sostiene un juego de lucha, pero para sostener un buen RPG hacen falta otras cosas que en este Kingdom of Amalur Reckoning brillan por su ausencia.



martes, 6 de agosto de 2013

DEMON´S SOULS

Desde la intro de Demon´s Souls ya se aprecia que se trata de un juego especial. Una magnífica ambientación lograda con un uso excelente del sonido que asemeja muchos tramos a un survival horror. La exigente dificultad ayuda mucho en ese sentido. Se ha escrito mucho por ahí de la dificultad de este RPG y la verdad es que cuando uno se pone manos a la obra puede comprobar que el control y el combate están excelentemente ajustados. Cada combate contra todos y cada uno de los enemigos es un reto que requiere máxima concentración de parte del jugador, pero el control no falla nunca, jamás te deja vendido. Cada vez que te matan sabes que es por tu culpa, convirtiendo este juego en un adictivo desafio, en el que exploras cada estancia y cada rincón con la máxima tensión, porque sabes que a la vuelta de cada esquina puedes encontrar la muerte.

Y ahí reside el principal problema de este Demon´s Souls: la muerte. Cualquier jugador talludito no tiene miedo a morir una y mil veces en un videojuego para seguir adelante, para aprender de los errores, para averiguar que había más allá de donde perdió la vida la última vez, para hacerse cada vez mejor, para dominar el juego. Y esto se agradece mas si tenemos en cuenta el escaso número de juegos actuales que requieren un mínimo de concentración y destreza para ser superados. Pero no así. Demon´s Souls es injusto con el jugador la mayoría de las veces. Está bien ser exigente, pero no injusto. No es de recibo que planees cada paso, que pienses con que enemigo acabar primero, que te lleves un rato cambiando el equipo y preparando los objetos, para que de repente, sin previo aviso, una trampa o un enemigo más contundente de la cuenta te mande al otro barrio...y tengas que comenzar el nivel otra vez desde el principio. Eso no. Repetir media hora de juego otra vez para llegar al mismo sitio y seguir sin tener ni idea de cómo se puede vencer al de antes. Y volver a morir. Y volver a empezar. Hasta que a la décima se te ocurre algo y te das cuenta de cómo puedes eliminarlo. Eso es ensayo y error, y no está mal, siempre y cuando el error no se castigue de esa manera.

Demon´s Souls es un grandísimo juego con una ajustadísima y gratificante dificultad en los combates muy lastrado por una frustrante idea de diseño. Repetir una y otra vez el mismo nivel, los mismos combates, los mismos enemigos, la misma tensión, me parece un precio muy elevado por cometer un error. Y más a sabiendas de que cometerás muchos. A no ser que tengas muchísimo tiempo libre y no te importe invertirlo en lo mismo, que tengas mucha paciencia o que seas masoquista, echarás de menos algunos puntos de control para guardar partida y terminarás por abandonar un videojuego muy atractivo e interesante, pero muy injusto.