La de Chris Redfield parece un Call of Duty en tercera persona. Vamos, lo que viene siendo un shooter puro y duro. Y espectacular, todo hay que decirlo. La del hijo de Wesker (primera aparición, y no la última, seguro) y Sherry Birkin (si, la hija de los cientificos de Umbrella del RE 2, que ya ha crecido, y trabaja para el gobierno de los EEUU, como no podía ser de otra manera) recuerda más al Resident Evil 3 por aquello de que es una constante huida de otro Nemesis (aunque ahora se llama de otra forma). Y la de Ada Wong está pensada para atar cabos sueltos y servir como colofón a una trama que no es tan complicada como la gente de Capcom pretende, pero que al menos si es interesante y está bien contada.
Aparte de algunas secciones de sigilo flojitas pero que sazonan con un poquito de variedad el largo desarrollo, hay pocas novedades jugables. Los puzzles han desaparecido definitivamente del mapa y la exploración, tres cuartos de lo mismo. Pero la verdad es que la acción está muy bien llevada y nunca se hace monótona, con algunas escenas "jugables" muy tensas y cinematográficas. Entrecomillo "jugables" porque se trata de QTE, o casi, en las que la interactividad del jugador con lo que sucede en pantalla es bastante limitada. También me gustaría reseñar el limitado y fallido sistema de adquisición de habilidades, ya que éstas solo pueden equiparse de tres en tres, así que una vez que has adquirido tus tres preferidas ya no te sentirás especialmente motivado a seguir adquiriendo puntos de habilidad. A no ser que quieras rejugar el juego desde distintas aproximaciones. Es verdad que jugar sin las habilidades "firmeza" y "fijación" dificulta bastante la puntería. Pero también aumenta tu frustración cuando has vaciado un cargador entero en la cabeza de un zombi y este sigue como si nada. Una vez que las adquieres recobras las sensaciones de RE 4 y 5. Es decir, que para tener la misma habilidad de tiro que en anteriores entregas hay que comprar habilidades, en vez de tenerlas desde el principio, como siempre. Un poco de trampa veo yo ahí, señores de Capcom. Y lo de rejugar el juego tampoco es que sea muy gratificante, ya que a lo largo de las cuatro campañas revisitarás muchos escenarios, siendo algunos capitulos una verdadera demostración de desidia en el diseño de niveles. Lo de las habilidades quizás esté más enfocado al multijugador on-line, pero sobre este apartado no puedo hablar, porque no me interesa lo más mínimo y ni siquiera lo he probado.
En resumidas cuentas, aunque en algunos aspectos quizás haya supuesto un pasito atrás con respecto a entregas anteriores, lo cierto es que este RE6 es tan disfrutable como cualquier otro, aunque es menester que quede claro: no es el mejor de la saga. Y tampoco es el mejor de zombis. Y tampoco es el mejor survival. Eso quizás suponga una decepción. Pero lo cortés no quita lo valiente.
Trailer oficial en el que se aprecia el inconmesurable trabajo de doblaje. Lo de la música...discretita, pero apropiada.
En este se aprecian más las diferencias jugables entre las distintas campañas.
El primer Resident Evil. Ay, esos ángulos de cámara y esos giros ortopédicos... Y esos puzzles, y ese miedo a abrir las puertas, y esa mansión, y esos torpes y lentos zombis... Nunca un videojuego dió tanto miedo.
Joder tio... sigo viviendo en el pleistoceno de los videojuegos. Todavía alucino con el Resident Evil 4 para mi PS2.
ResponderEliminarPlenamente disfrutable. Totalmente imperecedero.
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